Redacción Buga
El Periódico
Un inesperado hecho llamó la atención de la familia Holguín el viernes anterior 2 de septiembre, cuando se percataron que un integrante de la familia hacia las 8:00 en la mañana no había salido como de costumbre de su habitación.
De acuerdo a la información obtenida, Oscar Andrés Holguín Aragón, de 41 años de edad, era muy tempranero, pues sus obligaciones laborales conllevaban a que despertara temprano para cumplir dichas obligaciones, y el día antes mencionado no ocurrió así; por ello acudieron a llamarle en repetidas ocasiones y al no responder, violentaron la puerta llevándose tal sorpresa al ver que seguía en su lecho sin despertar, al tocarlo notaron que estaba muy gélido, por lo que decidieron llamar la fiscalía quien realizó el procedimiento de inspección forense al cuerpo, determinando que habría sufrido un paro cardiaco.
Era hijo único de la señora Cilia Holguín, también fallecida, se dedicaba a la venta de manjar blanco, lo que tenía como una tradición de familia, el cual era muy apetecido en Buga y otros municipios del Valle del Cauca por su calidad y presentación.
Persona de sanas costumbres, buen conversador, disfrutó la vida a la saciedad, comprometido con sus obligaciones, gran amigo.
Durante el sepelio, sus amigos y familiares cumplieron su deseo, cual era de llevarle serenata y detener el coche fúnebre en la esquina de la calle 16 con carrera 11, donde edificó su vida al lado de familiares y amigos.
Su cuerpo fue cremado y las cenizas serán depositadas en el osario familiar; las novenas de oración se cumplen en la calle 16 No. 10-41 a partir de las 7:30 de la noche del barrio Divino Niño, donde sus familiares.
El sepelio estuvo a cargo de la Casa de Funerales Santa Cruz de Buga.
“Elevamos una oración por tu descanso eterno porque sabemos que en el cielo encontrarás paz, mientras tanto, aquí mantendremos vivo tu recuerdo y por siempre nos acompañarás”. Paz en su tumba.
